Síntomas y manifestaciones del trastorno límite de la personalidad
Una de las mayores dificultades que se encuentra el profesional a la
hora de realizar un adecuado diagnóstico del trastorno límite de la
personalidad es tener que determinar los síntomas que corresponden a este
trastorno, cuya característica principal es precisamente la inestabilidad,
cambiando con frecuencia su sintomatología. Entre los síntomas y
manifestaciones del trastorno límite de personalidad o borderline que pueden
presentarse destacan:
Estado de ánimo cambiante, viviendo fases de tranquilidad y sosiego, y
al momento siguiente, y sin que medie circunstancia alguna, se viven
repentinos ataques de ira o ansiedad.
Dudas constantes sobre sí mismo, sobre su valía como persona o
sobre su capacidad de afrontar el futuro, lo que se va a reflejar en cambios
continuos de aficiones e intereses, y en una menor implicación en actividades
que requieren un esfuerzo continuado durante un largo plazo.
Sentimientos crónicos de vacío e inutilidad, debidos a una
devaluada percepción de su identidad, en comparación con la de los demás.
Relaciones interpersonales intensas y con continuas rupturas, debido a
la inestabilidad en su forma de ver a los demás, lo que le lleva en ocasiones a
idealizar a alguien, para luego devaluarlo con la misma intensidad.
Comportamientos extremos que ponen en riesgo la propia vida,
motivados por su impulsividad y la búsqueda de sentido, lo que puede llevar
incluso a intentos de suicidio.
Como se ha comentado anteriormente, este es un listado representativo de
los síntomas que pueden presentarse para establecer el diagnóstico de trastorno
límite de la personalidad, pero no tienen que aparecer todos, y además estos
pueden ir variando en el tiempo, por lo que aumentarán las quejas del paciente
y de sus más allegados, al no entender lo que sucede, y no encontrar un
diagnóstico claro y rápido al respecto a partir del cual empezar a trabajar
para superarlo.
A pesar de que la persona con este trastorno muestra una
inteligencia normal, su
desempeño a nivel académico puede ser inferior al de sus compañeros,
debido precisamente a su inestabilidad en cuanto a sus intereses y una
inconstante capacidad de trabajo, lo que agrava sus sentimientos de frustración
y desesperanza, aumentando su sufrimiento psicológico.
En el ámbito laboral va a mostrar dificultades en aquellas
profesiones que requieran de un esfuerzo constante, lo que podría ocasionar la
pérdida del puesto de trabajo.